Boston, MA — El bate de Alex Bregman no fue lo único que hizo ruido el martes por la noche en Fenway Park; la gerencia también se aseguró de que su desempeño no pasara desapercibido.
Después de batear 5 de 5, incluyendo dos jonrones y un jonrón de tres carreras que decidió el juego en la quinta entrada, Bregman guio a los Boston Red Sox a una victoria por 7-4 sobre los Tampa Bay Rays en lo que los fanáticos ya llaman una de las actuaciones individuales más electrizantes de la temporada.
Poco después del juego, el presidente de los Red Sox, Sam Kennedy, supuestamente entró al casillero con una sonrisa y una maletín, y le entregó a Bregman un bono personalizado: un Rolex de edición limitada grabado con “FENWAY FURY 5-5” en la parte posterior, conmemorando el histórico juego.
“No pidió nada”, le dijo Kennedy a los reporteros. “Pero cuando un jugador le da a los fanáticos una noche como esa, muestras aprecio. Y queríamos asegurarnos de que nunca lo olvide.”
Según fuentes del equipo, el gesto no se trataba de dinero; Bregman ya tiene un contrato lucrativo, sino de reconocer el tipo de momento que cimenta legados en Boston. Se dice que el regalo tiene un valor superior a $60,000 y ahora está guardado en el casillero de Bregman en Fenway, justo al lado de una pelota del juego firmada por toda la alineación inicial.
Bregman permaneció humilde en la conferencia de prensa posterior al juego.
“No se trata del reloj, hombre”, dijo con una sonrisa. “Se trata de ganar. Pero oye, no mentiré, esa cosa está genial.”
El momento ya se ha vuelto viral en las redes sociales, con fanáticos bromeando que Bregman “desbloqueó un nivel de jefe secreto” en la organización de los Red Sox.
Mientras tanto, Danny Jansen de los Rays, todavía molesto por la derrota, fue escuchado murmurando en la caseta: “Hombre, mejor revisen ese reloj por códigos de trampa.”
Con actuaciones como esta — y bonos a juego — parece que Bregman está oficialmente viviendo su mejor vida en Boston.